La piel es lo que nos permite mantener una temperatura corporal adecuada, es el órgano a través del cual experimentamos uno de nuestros cinco sentidos, el tacto, y es uno de los órganos que más estímulos recibe del exterior. Aun con todo lo mencionado, nos dejamos innumerables detalles de la importancia que tiene para el cuerpo humano. Imagina la diferencia que puede suponer para ti y tu salud tener una piel sana y cuidada, en vez de una piel deteriorada.
Nuestra intención es enseñarte unos simples trucos para el día a día que puedan servirte para mejorar la salud de tu piel.
Tabla de contenidos
1. La limpieza es esencial para tu piel
La limpieza de la piel es fundamental, sobre todo para la piel de la cara, ya que durante el día acumulas suciedad que puede obstruir tus poros y atraer toxinas. Es un hábito que no todo el mundo tiene adquirido, pero lo recomendable es lavarse la cara por la mañana y antes de acostarse. Para el resto del cuerpo también es recomendable la limpieza diaria, pero no es una piel tan exigente como la del rostro.
2. Trata bien tu piel
La limpieza por sí sola no lo es todo, hay que saber cómo limpiar tu piel y qué hacer una vez esté limpia.
Empieza por limitar la duración de tu ducha o baño, ya que una larga exposición al agua, sobre todo si es con agua caliente, puede eliminar nutrientes esenciales que contiene nuestra piel. Lo recomendable es darse duchas cortas con agua templada siempre que las temperaturas exteriores nos lo permitan.
Es importante tener cuidado y elegir bien el jabón y champú que utilizamos, dado que no todos tienen los elementos que nuestra piel necesita.
Una vez que sales de la ducha o simplemente después de haberte aseado la cara, intenta secarte con pequeños golpecitos en vez de frotar con fuerza, así evitarás llevarte por delante los nutrientes naturales de tu piel y además la dejarás un poco humedecida.
3. Beber agua, una solución fácil y saludable
Beber agua es bueno para cualquier aspecto de tu salud incluida la salud de tu piel, ya que el agua ayuda a mantener la piel hidratada y a eliminar cualquier tipo de toxina. Además, el agua aporta nutrientes, vitaminas y minerales que son beneficiosos para la piel como el calcio, el magnesio y el sodio. Para beber agua no hace falta esperar a tener sed, hazlo de manera regular y notarás los efectos positivamente.
4. Fumar perjudica tu piel
Fumar le da a tu piel un aspecto envejecido, más áspero, y contribuye a la aparición de arrugas. Esto se debe a que fumar tiene una serie de consecuencias perjudiciales para nuestro cuerpo que van más allá de las que todos conocemos (enfermedades cardiovasculares y respiratorias), aunque todo está relacionado. Fumar estrecha los vasos sanguíneos que se encuentran en las capas más superficiales de la piel, lo que hace que esta reciba menos nutrientes y menos oxígeno.
El tabaco también actúa sobre el colágeno y la elastina, fibras que aportan fortaleza y elasticidad a la piel, lo que contribuye también a formar esas arrugas que no nos gustan.
Asociamos el tabaco a otros tipos de cáncer, pero en menor medida, puede causar carcinoma espinocelular. Si con los motivos anteriores no te habías animado a dejar de fumar, este último debería ayudar a convencerte definitivamente.
5. Lleva una dieta saludable
Una dieta saludable puede ayudar a tu piel de muchas maneras. Comer determinados alimentos grasos puede llevar a la aparición de acné o dificultar su tratamiento. Por otro lado, hay alimentos que aportan nutrientes beneficiosos para la piel y una mayor hidratación.
6. Evita situaciones de estrés
El estrés puede causar estragos en nuestra salud y, por lo tanto, también en nuestra piel. Sabemos que cuando el estado de bienestar emocional se ve alterado, la piel se vuelve más sensible y pueden darse brotes de acné y otros problemas cutáneos. Intenta tomar las medidas para evitar el estrés y cualquier situación que pueda desequilibrar o alterar tu salud mental.
7. Usa protector solar
Esta es, seguramente, la medida que más clara y más presente tenemos todos en nuestras mentes. Si vas a tomar el Sol, cuida tu piel protegiéndola con el protector solar recomendado para el tipo de piel que tengas. Tendemos a pensar que el Sol solamente es peligroso cuando nos exponemos a él en verano en las piscinas, playas y terrazas, pero no es así. La luz del sol nos puede perjudicar siempre que estemos expuestos a ella, aunque sea dando un simple paseo por la calle. La protección solar es más importante de lo que crees y deberías utilizarla de una manera más habitual.
En MAS Prevención somos conocedores de todos los problemas que puede sufrir la piel, por eso, con nuestro plan de promoción de la salud te enseñaremos cómo cuidarla y cómo prevenir que la piel enferme.