La ansiedad es uno de los trastornos emocionales más comunes, pero no siempre se manifiesta de forma evidente. Muchas personas la experimentan sin que su entorno lo note, incluso sin ser plenamente conscientes de lo que les ocurre. A esto se le conoce como ansiedad silenciosa, una forma de malestar interno que puede afectar seriamente a la calidad de vida.
En este post te explicamos en qué consiste este tipo de ansiedad, cuáles son sus síntomas más frecuentes y qué puedes hacer para afrontarla de forma efectiva.
Tabla de contenidos
Qué es la ansiedad silenciosa
La ansiedad silenciosa es una forma de ansiedad que no se expresa mediante signos externos notorios, como ataques de pánico o comportamientos compulsivos. Quien la padece suele aparentar estar bien, pero en su interior experimenta una tensión constante, preocupaciones excesivas y malestar emocional.
Este tipo de ansiedad pasa desapercibida tanto para el entorno como, en muchos casos, para la propia persona. La razón es que sus síntomas pueden confundirse con el estrés habitual o simplemente con una personalidad introvertida o perfeccionista.
A diferencia de otras formas de ansiedad más visibles, la ansiedad silenciosa actúa de forma sutil, lo que puede llevar a que se prolongue durante años sin recibir atención adecuada.
Ansiedad silenciosa: Síntomas
Detectar la ansiedad silenciosa no siempre es fácil, pero existen señales comunes que pueden ayudarte a identificarla. Estos síntomas suelen ser internos, emocionales y físicos, y aunque varían de una persona a otra, suelen incluir:
- Preocupación constante, incluso sin motivo aparente.
- Cansancio mental.
- Dificultad para dormir.
- Inseguridad persistente, necesidad de aprobación o miedo al error.
- Tensión muscular, dolores de cabeza o molestias digestivas.
- Evitar situaciones sociales o tareas que generen presión.
- Irritabilidad, cambios de humor o sensación de estar desbordado.
Muchas veces, estas señales se esconden tras una imagen de productividad, autocontrol o perfeccionismo, por lo que es común que pasen desapercibidas hasta que generan un desgaste emocional importante.
Cómo tratar la ansiedad silenciosa
Afrontar la ansiedad silenciosa requiere autoconocimiento, mejora de los hábitos de vida y, en ocasiones, apoyo profesional. Aquí resumimos algunas estrategias útiles:
- Practicar técnicas de relajación: La meditación, la respiración consciente y el mindfulness pueden reducir el nivel de ansiedad.
- Mejorar la higiene del sueño: Dormir bien es clave para regular las emociones y reducir la ansiedad acumulada.
- Establecer límites: Aprender a decir que no, a delegar y a priorizar.
- Cuidar la alimentación y la actividad física: Una dieta equilibrada y el ejercicio regular tienen un impacto directo positivo en la salud mental.
- Hablar de lo que sientes: Aunque parezca difícil, expresar tus emociones con personas de confianza puede aliviar la carga interna.
- Buscar ayuda psicológica: La terapia puede ser útil en casos más agudos. Un profesional te ayudará a identificar tus pensamientos tóxicos y a desarrollar herramientas para gestionarlos.
La ansiedad silenciosa puede parecer invisible, pero sus efectos son reales. Si crees que esta conducta puede estar ocurriendo en tu empresa, en MAS Prevención contamos con profesionales especializados en psicología laboral que pueden ayudar a recuperar el equilibrio emocional a las personas trabajadoras.