¿Sabías que la formación es uno de los pilares básicos para el crecimiento de las empresas? Una plantilla formada y actualizada es capaz de ser más eficiente en su puesto de trabajo, así que las empresas acaban sacando provecho de sus inversiones en cursos orientados a la creación de conocimiento y talento.
En MAS Prevención te explicamos cómo la formación laboral provoca un aumento de la productividad y la seguridad, y por qué deberías conocer los cursos bonificados, una excelente opción para que las empresas recuperen total o parcialmente sus inversiones en esta área.
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¿Por qué la formación es una inversión para las empresas?
Visto desde la perspectiva de los trabajadores, la inversión en formación incrementa sus oportunidades de empleo y la consecución de un mayor salario. Además, la formación supone un seguro contra el desempleo ya que cuanto mayor es la formación recibida, se está en mejores condiciones para mantener un puesto de trabajo o acceder a otro diferente.
Por otro lado, para la empresa, la formación incrementa la productividad de los trabajadores, aumenta su motivación, genera mayor confianza en la propia organización, disminuye la sensación de estancamiento profesional y retiene la fuga de talento.
Hoy en día las empresas necesitan innovación, la cual implica adquirir conocimiento permanentemente, lo que genera una mayor necesidad de formación. Dicho de otro modo, innovar es convertir el conocimiento en riqueza, y el conocimiento se aporta y se transmite mediante la formación.
Aumenta la productividad
La formación motiva a los empleados y esta motivación asegura el éxito de la empresa contribuyendo a que las personas sean más competentes.
Un buen plan de formación de los empleados mejora la imagen de marca y el prestigio de la empresa que resulta así más atractiva tanto para sus propios trabajadores como para los externos, y permite atraer y retener el talento que es clave para el éxito empresarial.
La mayor formación de los empleados permite aumentar la calidad de los servicios y productos que una empresa vende, incrementa su productividad, y mejora el trato, la satisfacción y la fidelización del cliente. Como consecuencia, aumenta la rentabilidad del empleado para la empresa, que finalmente acaba subiendo su retribución salarial.
En resumen, la formación consigue que el personal sea mucho más eficaz en su trabajo. Y también hace que la empresa sea más atractiva para los posibles candidatos a incorporarse, pues éstos valoran muy positivamente la posibilidad de recibir formación continua.
También el trabajador autónomo debe ser consciente de que la formación le diferencia del resto y aporta un valor añadido a su actividad en un mercado muy competitivo.
Aumenta la seguridad
Invertir en formación de prevención de riesgos laborales equivale a mejorar la seguridad en una empresa. Y esto es porque cuando los empleados conocen mejor su trabajo pueden ejercerlo de manera más segura, y esto tiene un efecto en su implicación, pues se sienten más protegidos por su empresa.
Una de las claves principales para conseguir una integración real de las medidas de seguridad es la comunicación. La comunicación entre departamentos y mandos intermedios fomenta la participación y la integración de la seguridad en el día a día de los miembros de la empresa.
Otra de las claves es la implicación de la dirección. Sin ella, es imposible que exista una cultura preventiva. El gerente o director de recursos humanos es el responsable de garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores de tu empresa cumpliendo con una serie de obligaciones específicas, apoyándose siempre en tu Servicio de Protección Ajeno (SPA), como MAS Prevención.
¿Qué es un curso bonificado y por qué es ideal para las empresas?
¿Sabías que la Seguridad Social cubre total o parcialmente las inversiones en cursos bonificados para empresas? También son llamados formación continua bonificada o formación profesional para el empleo, y son posibles gracias a las contribuciones mensuales que la empresa y el empleado aportan en concepto de formación a la Seguridad Social.
Son cursos bonificables todos aquellos cursos cuyas materias guarden relación con la actividad que se desarrolla en la empresa y que se lleve a cabo con la intención de mejorar las competencias de los trabajadores. El objetivo es que estos adquieran nuevas habilidades y actualicen sus conocimientos.
La normativa sobre cursos bonificados aparece en la Ley 30/2025, de 9 de septiembre, por la que se regula el Sistema de Formación Profesional para el empleo en el ámbito laboral. Y por otra parte, la financiación sobre formación profesional para el empleo viene recogida en la Ley 31/2022, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 2023. Aquí se establecen las cuantías máximas de los créditos por formación bonificada, según la cuantía ingresada en 2022 por Formación Profesional y con sus respectivos porcentajes en función del volumen de la plantilla.
En el caso de las empresas de nueva creación durante 2023, o las que abran un nuevo centro de trabajo, cuando incorporen nuevos trabajadores, dispondrán de un crédito de bonificaciones equivalente a multiplicar 65 euros por el número de empleados de nueva incorporación.
Y ahora, ¿te planteas organizar un cursillo de formación en tu empresa? En MAS Prevención conocemos los múltiples beneficios de estos cursos para los trabajadores y las propias empresas, y te animamos a incorporarlos a tu organización cuanto antes.