Proteger la salud y seguridad de las personas es el principal objetivo que se persigue cuando se trata de diseñar un espacio y controlar la calidad de su aire interior.
Con el término aire interior nos referimos a aquellos espacios de interior no industriales, como viviendas, oficinas y edificios de uso público. Espacios donde se pasa la mayor parte del día (en torno al 90% del tiempo), por lo que la calidad del aire que respiramos en ellos tiene una incidencia directa en nuestra salud.
Llevar un control activo en la calidad del aire de los espacios cerrados como sería el caso de las oficinas o los lugares de uso público es un aspecto muy importante para garantizar el bienestar. Por eso debes conocer el síndrome de los edificios enfermos y el impacto negativo que estos tienen en nuestra salud.
Tabla de contenidos
Síntomas de una mala calidad del aire
La Organización Mundial de la Salud nos alerta de que al año 3,8 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire interior.
De hecho, en 1982 se definió lo que se conoce como Síndrome del Edificio Enfermo (SSE) y supone el conjunto de molestias y enfermedades que un edificio causa en sus ocupantes y cuyo origen está en el mal estado del edificio, concretamente en la mala calidad de su aire.
Algunos de los síntomas que nos permiten conocer si estamos expuestos a una mala calidad de aire, según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, son los siguientes:
- Irritaciones de ojos, nariz y garganta.
- Sensación de sequedad en membranas mucosas y piel.
- Ronquera.
- Respiración dificultosa.
- Eritemas (erupciones cutáneas).
- Hipersensibilidades inespecíficas.
- Náuseas, mareos y vértigos.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga mental.
- Elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados.
¿Cuáles son los principales contaminantes del aire interior?
Y te preguntarás, ¿cuáles son los responsables de este empeoramiento del aire? Pues bien, los contaminantes del aire interior son variados, desde contaminantes químicos, compuestos orgánicos volátiles (COV), dióxido y monóxido de carbono, hasta una alta carga de partículas biológicas (hongos, bacterias, esporas, virus, etc.).
El control de estos últimos, los patógenos, son actualmente prioritarios, ya que la COVID-19 ha marcado un antes y un después en la adecuación y mantenimiento de la calidad del aire interior.
Por ello, mantener una correcta calidad del aire interior es uno de los principales retos que debe afrontar cualquier empresa en materia de prevención y seguridad laboral.
La calidad del aire y su relación con el rendimiento laboral
Está demostrado que una mala calidad del aire no solo incide sobre la salud, el confort y el bienestar, sino también sobre la productividad.
De acuerdo con un estudio publicado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, un ambiente de trabajo mal ventilado repercute de manera negativa en las funciones cognitivas de las personas que se encuentran en él.
¿Por qué? Muy sencillo: si la calidad del aire interior es óptima, en el ambiente se reducirá la presencia de elementos contaminantes y aumentará la cantidad de oxígeno. Y como ya sabemos, cuanto más oxígeno llegue al cerebro, mejor será su rendimiento cognitivo.
Innovaciones en calidad de aire
En MAS Prevención, contamos con las últimas innovaciones en calidad de aire para evitar la transmisión de enfermedades y fomentar el bienestar de tu plantilla y todos los públicos que visiten tus instalaciones.
Se trata de un sistema inteligente de monitorización de aire basado en IoT que permite gestionar la calidad del aire en espacios interiores a través de diferentes variables identificadas en tiempo real: humedad, temperatura y CO2.
Air Centinel
Se trata de una última innovación en el tratamiento y desinfección de aire en espacios cerrados. Cuenta con un equipo de protección, purificador de aire tipo HEPA, es eficaz en la lucha contra el contagio por COVID-19 y otros virus de transmisión aérea ya que incorpora una cámara de Ultravioleta-C de alta intensidad.
Desactiva cualquier virus que pase por su interior y posteriormente realiza un filtrado de las partículas a través de un HEPA-13 para devolver aire puro a las estancias.
Prestar una especial atención a la calidad del aire es más importante de lo que quizás podemos llegar a pensar, ya que como has podido ver con ello no solo se logra una mejora en el rendimiento de los trabajadores al afectar de manera positiva en las funciones cognitivas del cerebro, sino que también se evitan problemas de salud.
Pon a prueba tu edificio y detecta si se encuentra enfermo gracias a las últimas innovaciones en medición y tratamiento de la calidad del aire con las que contamos en MAS Prevención.