En el entorno laboral, tarde o temprano podemos enfrentarnos a la noticia de que un compañero o una compañera ha sido diagnosticado/a con cáncer. Abordar este tema de forma adecuada no solo impacta en el bienestar de la persona afectada, sino también en el clima laboral y la cohesión del equipo.
Cada 4 de febrero, se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer, una fecha clave para reflexionar sobre la importancia de la prevención, el apoyo emocional y la sensibilización en todos los ámbitos de nuestra vida, incluido el trabajo. Generar espacios de conversación y brindar herramientas para afrontar esta realidad en el entorno laboral contribuye a crear una cultura organizacional más humana, solidaria y resiliente.
A continuación, compartimos algunas pautas que te ayudarán a comunicarte de manera empática, respetuosa y efectiva.
Tabla de contenidos
1. Fomenta una cultura de apertura y empatía
Sensibilización previa
Las empresas que promueven de manera constante, la salud y el bienestar, generan un clima de confianza. Esto facilita que, si llega el momento de hablar de algo tan delicado como el cáncer, las personas se sientan más cómodas y apoyadas.
Comunicación clara y cercana
Fomenta espacios de diálogo donde las personas empleadas puedan plantear inquietudes. Iniciativas como charlas de concienciación o talleres de salud mental, brindan herramientas emocionales y prácticas útiles para afrontar situaciones de este tipo.
2. Respeta la voluntad y la confidencialidad de la persona afectada
Deja que la persona marque el ritmo
Es fundamental que sea ella o él, quien decida cuándo, cómo y cuánto quiere compartir de su situación.
Confidencialidad ante todo
Si la persona prefiere no hacer pública su enfermedad, la empresa y los compañeros y compañeras deben respetar esa decisión. Preservar su intimidad es un acto de responsabilidad y empatía.
3. Muestra apoyo sin caer en la compasión exagerada
Evita frases vacías o clichés
Comentarios como “Todo va a estar bien” o “Conozco a alguien que también pasó por esto” pueden resultar bienintencionados, pero a menudo no ayudan y pueden trivializar lo que está viviendo la persona.
Ofrece ayuda concreta
Preguntar “¿En qué puedo ayudarte?” es un gran paso, pero ir un poco más allá puede marcar la diferencia. Por ejemplo, proponer recolectar días de permiso si fuera posible, acompañar a la persona a citas médicas o facilitar el teletrabajo cuando se requiera.
4. Capacita a managers y equipos de Recursos Humanos
Formación en comunicación y escucha activa
Proporcionar a los responsables de equipo herramientas para gestionar situaciones complejas, favorecerá un entorno de cuidado mutuo.
Protocolo de actuación
Elaborar un protocolo o guía interna puede ayudar a saber cómo proceder en casos de diagnóstico de cáncer u otras enfermedades graves: adaptación de horarios, permisos especiales, gestión de bajas, etc.
5. Mantén informado al equipo de manera respetuosa
Comunicación interna coherente
Si la persona afectada decide compartir su diagnóstico, es importante que el departamento de RR.HH. o el responsable directo transmita la información principal de forma clara y empática, evitando detalles innecesarios o morbosos.
Espacio para dudas y emociones
Ofrece la posibilidad de que los y las compañeros/as planteen sus preguntas, siempre recordándoles que, en última instancia, todo lo que concierne a la salud es un ámbito personal y sujeto a la decisión de quien lo padece.
6. Acompaña durante todo el proceso y después
Seguimiento continuo
El cáncer y su tratamiento son procesos de larga duración. Mantener el contacto, interesarse por la evolución y asegurarse de que la persona sepa que cuenta con apoyo, es esencial.
Reincorporación progresiva y flexible
Tras la baja médica, un regreso escalonado o la opción de teletrabajar ciertos días de la semana, pueden facilitar la transición y reducir el estrés o la ansiedad.
Hablar del cáncer en la empresa es un ejercicio de empatía y respeto hacia la persona que lo sufre. Una comunicación adecuada fomenta la unidad del equipo, promueve un clima laboral sano y, sobre todo, ofrece el acompañamiento que cualquier paciente oncológico necesita en su día a día.
Invertir en sensibilización, formación y protocolos claros se traduce en un entorno laboral más humano y resiliente, donde las personas están en el centro de la organización. Por ello, en MAS Prevención, a través de nuestro servicio de Bienestar Emocional, brindamos apoyo psicológico y herramientas para gestionar estas situaciones con sensibilidad y eficacia, promoviendo el bienestar de todas las personas trabajadoras.