Todos somos conscientes del impacto que tienen sobre nuestra salud en general y nuestra piel, en particular las distintas radiaciones, pero no todo el mundo sabe que los dispositivos electrónicos como los móviles, las televisiones, los ordenadores e incluso las bombillas LED producen un tipo de radiación llamada luz azul que puede tener determinadas consecuencias sobre la salud de la piel.
Al leer esto te surgirán algunas dudas acerca de la luz azul, de sus efectos y de si es posible protegernos de ella, así que vamos a resolver todas esas dudas en este post.
Tabla de contenidos
¿Qué es la luz azul?
La luz azul pertenece a la región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de percibir, es decir, es parte de la luz visible o luz blanca. La luz visible está compuesta por una gran cantidad de pequeñas partes de luces de colores, entre ellas la azul, comprendidas en un espectro con una longitud de onda de entre 380 y 750 nm. La luz azul, para ser exactos, tiene una longitud de onda de 380 a 475 nm y supone un 25% del total de la luz blanca.
Es una luz que se produce de forma natural y esta no es perjudicial de por sí para nuestra salud, el problema empieza cuando esa luz azul se produce de manera artificial.
Los efectos de la luz azul en la piel
Los daños producidos por la luz azul con los que estamos más familiarizados son los que están relacionados con la vista, ya que son los más fáciles de notar, porque todos hemos sentido sequedad y molestias en los ojos al final de un día de trabajo frente al ordenador. Pero también produce algunos daños sobre la piel que no se ven a tan corto plazo, algunos de los cuales se mencionan a continuación
Deshidratación
La luz provoca una alteración en una serie de moléculas, llamadas acuoporinas, que se encuentran en la piel y cuya misión es la de la hidratación cutánea, por lo que su capacidad para retener agua disminuye. Esto deriva en la pérdida de colágeno y elastina, favoreciendo la aparición de arrugas y la pérdida de luminosidad en la piel, entre otros efectos.
Manchas
Uno de los efectos de la luz azul es la alteración de los melanocitos, unas células que, al verse expuestas a la luz durante un periodo largo de tiempo, aumentan su actividad y aumentan la cantidad de melanina, provocando una hiperpigmentación que produce manchas.
Envejecimiento de la piel
La exposición constante a la luz azul tiene como consecuencia el envejecimiento prematuro de la piel. Esto se debe a que la falta de colágeno y elastina favorece la aparición de arrugas que, sumado a la deshidratación y la aparición de manchas, harán que tu rostro parezca el de una persona de mayor edad.
¿Cómo proteger la piel de la luz azul?
Si debido a tu trabajo tienes que estar ocho horas diarias frente a una pantalla, las posibilidades de protegerte de la luz azul se reducen, ya que una de las principales formas de prevenir los efectos de esta, es reducir el tiempo de exposición. De todas formas, una vez termines tu jornada laboral, debes intentar reducir al máximo el uso de otros dispositivos electrónicos.
Otra forma de protegerse es utilizar cremas hidratantes con filtros de luz azul, que tienen el mismo efecto que las cremas que utilizamos habitualmente para protegernos de la luz del sol, pero que se han creado pensando en este problema. En la actualidad se están diseñando estas cremas para todo tipo de pieles, permitiendo así que todos podamos protegernos de la luz azul.
En MAS Prevención estamos concienciados con cualquier problema o enfermedad derivada del desempeño laboral, por eso hemos diseñado un plan de promoción de la salud para empleados. Igualmente, contamos con un servicio de reconocimientos médicos laborales con el que podremos estar al tanto de la evolución de la salud de tus trabajadores.