Las fiestas, celebraciones y periodos vacacionales son ocasiones específicas en las que el alcohol suele estar presente. La razón es que tiene un potente efecto desinhibidor, que favorece la socialización, unido a su aceptación general por motivos culturales e históricos.
No obstante, la ingesta de alcohol excesiva puede dar lugar a graves problemas de salud, por lo que la moderación en su consumo es imprescindible.
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¿Cuánto alcohol es demasiado?
En realidad, la cantidad de alcohol más saludable es cero, pero se puede consumir controladamente y de manera responsable.
Para determinar cuánto alcohol es demasiado suele utilizarse una unidad de medida específica que se conoce como “trago”. Cada trago equivale a una cerveza de 350 ml, una copa de vino o un cóctel.
Pero no todas las personas tienen la misma tolerancia, y algunos factores como el metabolismo, la edad y el sexo pueden afectar a la cantidad segura de alcohol que pueden tomar.
En líneas generales, se considera un riesgo sobrepasar las siguientes cantidades:
- En hombres de hasta 65 años, 4 tragos en un día y no más de 14 a la semana en total.
- En mujeres de hasta 65 años, 3 tragos en un día y no más de 7 a la semana.
- En hombres y mujeres mayores de 65 años, 3 tragos en un día y no más de 7 a la semana.
Síntomas de un consumo de alcohol problemático
Existen diferentes comportamientos que pueden alertarnos de que nuestro consumo de alcohol o el de un allegado está sobrepasando los límites saludables. Entre ellos destacan:
- No es capaz de limitar la cantidad de alcohol que se consume.
- Tiene problemas con familiares y amigos derivados del consumo excesivo de alcohol.
- Dedica menos tiempo o ya no realiza actividades que antes solía disfrutar, y las ha sustituido por beber.
- Su consumo de alcohol le pone en situaciones de riesgo, como conducir ebrio o mantener relaciones sexuales sin protección.
- Descuida las obligaciones personales y profesionales por la bebida.
- Necesita cada vez más alcohol para conseguir el mismo efecto.
- Experimenta síntomas de abstinencia cuando se reduce el consumo.
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