No apoyar la espalda en el respaldo, estar en una mala postura, curvarnos, cruzar las piernas… Con frecuencia realizamos alguna de estas acciones sin siquiera darnos cuenta, mientras nuestra postura corporal se va viendo afectada. Estas y otras muchas conductas, pueden acarrear trastornos físicos que, en caso de no ser tratados, afectan en nuestra calidad de vida.
Sabemos que romper con los malos hábitos no es fácil, por eso en este artículo hablaremos de cómo conseguir una espalda sana en la oficina, aprendiendo a mejorar nuestra postura.
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Consecuencias de pasar muchas horas sentado
El estilo de vida actual, con cierta tendencia al sedentarismo, es uno de los más lesivos para la columna vertebral. Además, con la llegada de la COVID-19 y por consecuencia la implantación del teletrabajo, se ha incrementado el número de horas que pasamos sentados delante del ordenador.
Pasamos demasiadas horas delante de la pantalla, hacemos movimientos repetitivos con el teclado y el ratón, las mesas y sillas que tenemos en nuestras casas no son las adecuadas, no adoptamos una postura correcta y apenas nos levantarnos. Todo esto termina pasando factura a nuestro cuerpo y perjudicando seriamente nuestra salud cervical y lumbar.
Y aunque se nos olvide, estamos diseñados anatómica, biomecánica y fisiológicamente para el movimiento.
Cómo afecta una mala postura a la espalda
Nuestra columna vertebral es la base sobre la que se articulan los gestos motrices y recibe menos cargas de pie que sentados. Todos sabemos que pasar muchas horas sentado durante nuestras jornadas laborales no es lo ideal.
Por otro lado, los músculos sirven tanto para dotar de movimiento al cuerpo como para mantenerlo erguido.
Los músculos fásicos son los responsables de dotarnos de movilidad y con el paso de los años y el hecho de estar demasiado tiempo sentados, se debilitan y pierden fuerza. En cambio, los músculos tónicos que nos sostienen en pie van perdiendo flexibilidad y cada vez son más rígidos.
Así pues, las curvas naturales de la columna se van acentuando dando lugar a molestias, dolores y patologías, es decir empezamos a hablar de sobrecargas musculares, contracturas, cefaleas tensionales, vértigos, lumbalgias, ciáticas, protusiones y hernias discales.
Músculos afectados por una mala postura
Los principales músculos que van perdiendo fuerza son los de la parte delantera del cuello (y así, va apareciendo la papada), los de la zona dorsal (nos vamos encorvando), los de la faja abdominal (nos sale tripa), los glúteos (que van cayendo) y el cuádriceps (sobrecargándose las rodillas).
En cambio, los músculos tónicos que van perdiendo flexibilidad se sitúan a nivel cervical, pectoral, lumbar y femoral provocando tensiones y dolores.
Eso explica no sólo todos los problemas de salud que se pueden originar, sino también que con el tiempo nuestra altura sea cada vez menor lo que va de la mano con la estética, pues a todos nos gusta que los músculos fásicos sean fuertes: una buena tableta abdominal, unas nalgas fuertes, unos hombros erguidos, etc.
Consigue una espalda sana en la oficina
Una buena estrategia de cuidado de la espalda en el trabajo pasaría por estirar los músculos tónicos y fortalecer los fásicos.
Es algo que podemos hacer en dos minutos mientras estamos trabajando, no sólo aliviará nuestras molestias de espalda, sino que nos servirá para desconectar un momento, cargar pilas oxigenando el cuerpo y nos permitirá seguir con nuestra tarea con más energía y ánimo.
Recomendaciones para evitar problemas en la espalda
En caso de que te gane la pereza o no puedas realizar estiramientos de espalda en tu lugar de trabajo, sigue estas sencillas recomendaciones que te evitarán numerosas patologías en el futuro:
- Mantén una buena higiene postural. Intenta utilizar una silla adecuada y ergonómica.
- Utiliza una mesa que te permita poner las piernas debajo para estar a la distancia adecuada de la pantalla.
- Coloca el ordenador a la altura de los ojos para no tener que realizar movimientos forzados de cuello y espalda.
- Cuando estés sentado/a, mantén apoyada la espalda en el respaldo, descansa los pies en el suelo o usa reposapiés para que la columna se mantenga recta.
- Apoya los antebrazos sobre la mesa o el reposabrazos y cambia con frecuencia la posición de las piernas.
- Cada treinta minutos haz pausas activas realizando estiramientos o dando un paseo corto.
- Cuando uses el móvil, no lo sujetes con el hombro y levántalo a la altura de los ojos para evitar doblar el cuello.
- Evita trabajar sentado/a en el sofá con el ordenador sobre las piernas o en la cama apoyado/a en la almohada.
En MAS Prevención, nos preocupamos por la salud postural de tu plantilla. Si deseas realizar un análisis de las condiciones ergonómicas de los puestos de trabajo de tu empresa, contáctanos y nuestro Departamento de Ergonomía y Psicosociología Aplicada, te guiará y asesorará según tus necesidades.