Los problemas de salud cardiovascular pueden presentarse en multitud de formas y en distintos niveles de peligrosidad.
Lo que debemos tener claro es que existen una serie de factores que pueden actuar como potenciadores de las enfermedades cardiovasculares, es decir, pueden aumentar las probabilidades de sufrirlas. Son los factores de riesgo y, aunque no todos son controlables, la gran mayoría podemos manejarlos si seguimos unas pautas y unos cuidados pertinentes.
Tabla de contenidos
¿Qué es un factor de riesgo cardiovascular?
Los factores de riesgo cardiovasculares son aquellas características biológicas o hábitos de vida que aumentan la probabilidad de que una persona contraiga o desarrolle una enfermedad cardiovascular e incluso muera a causa de la misma.
Estos factores de riesgo pueden ser no modificables, como la edad, sexo y otros factores genéticos. O modificables, que son los que más nos interesan porque podemos influir sobre ellos, entre los que destacan el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión, la obesidad…
Factores de riesgo cardiovascular modificables
Realmente no tiene mucho sentido centrarnos en los no modificables, ya que poco podemos hacer al respecto. Sin embargo, podemos hacer hincapié en los modificables para ver cómo podemos actuar sobre ellos.
Colesterol
El colesterol es una grasa natural presente en todas las células y que se produce en el hígado. El cuerpo obtiene el colesterol de alimentos de origen animal o de alimentos que contienen grasas saturadas. Cuando el cuerpo tiene demasiado colesterol del malo (el llamado LDL), este se acumula en las paredes de las arterias, pudiendo causar una obstrucción de la arteria que lleva la sangre al corazón y llevar al ataque cardíaco.
Diabetes
Los problemas del corazón son habituales entre los diabéticos. Lo que se recomienda es llevar un control médico regular y pasar reconocimientos médicos con la empresa siempre que se pueda.
Presión arterial alta
Las personas hipertensas tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Si además de padecer hipertensión arterial, son fumadores o tienen obesidad, el riesgo de sufrir un infarto es aún mayor.
Tabaquismo
El tabaco aumenta el ritmo cardíaco, endurece las arterias principales y puede producir trombosis coronarias. Además, contiene sustancias como alquitrán o monóxido de carbono, que pueden dañar el corazón de múltiples maneras.
Inactividad física
El sedentarismo aumenta considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Hacer ejercicio ayuda a mantener los niveles de colesterol, reduce la presión arterial y te ayuda a mantener un peso saludable.
Está probado que las personas que realizan actividades físicas al menos 4 veces a la semana, tienen una expectativa de vida superior a la de los que no hacen deporte.
Obesidad
Es conocido por todos que el exceso de peso eleva considerablemente la probabilidad de sufrir de diabetes, de colesterol alto, de hipertensión, etc.
Estrés
El estrés que soportamos ante la dificultad de sobrellevar el día laboral y conciliarlo con la vida familiar es uno de los mayores factores de riesgo cardiovascular, ya que aumenta la frecuencia cardíaca y también hace que el sistema nervioso libere más hormonas que elevan la presión arterial y dañan las arterias. Por eso, un plan de promoción de la salud en el trabajo puede servir para mejorar el bienestar emocional y la salud física de los empleados.
Desde MAS Prevención os animamos a que prestéis atención a vuestra salud cardiovascular y la de vuestros trabajadores. Llevando a cabo un plan de promoción de la salud y los correspondientes reconocimientos médicos, todo resultará mucho más sencillo.