En las últimas dos décadas hemos experimentado una constante evolución de las tecnologías, tanto en su calidad como en su tiempo de uso. Hemos pasado de ordenadores muy básicos en los que pasábamos unos minutos al día, a ordenadores muy potentes frente a los que nos pasamos horas y horas al día.
Pero además tenemos a mano durante todo el día teléfonos, que permiten cientos de funciones, a través de los cuales podemos hacer todo lo que se nos ocurra. Las tecnologías son realmente accesibles para todos y nos proporcionan contenido e información que se renueva cada minuto. Esto tiene sus cosas buenas, pero también su parte negativa, y es que genera adicción. En ocasiones el trabajo no ayuda, sobre todo en aquellos en los que, para su desarrollo, se necesitan las tecnologías, por eso es importante hacer un trabajo de concienciación desde las empresas.
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¿Cómo detectar una adicción tecnológica?
Es muy fácil equivocarse entre adicción y uso abusivo. El uso abusivo no es bueno y puede ser la fase previa a una intoxicación, pero en esta fase no hay síndrome de abstinencia, la persona puede pasar tiempo sin utilizar las tecnologías si está haciendo otras actividades que le entretienen.
La adicción se empieza a detectar cuando una persona se despierta y lo primero que hace es mirar el móvil, pero también es lo último que hace antes de dormir. Poco a poco empieza a descuidar las relaciones sociales y su humor y su estado de ánimo empiezan a cambiar drásticamente y crea conflictos constantemente. La persona que la sufre no puede gestionar el tiempo que pasa delante de las pantallas, que aumenta por momentos sin que él se dé cuenta.
Para saber si tienes una adicción es conveniente que te respondas a algunas preguntas:
- ¿Piensas continuamente en las tecnologías y en utilizarlas?
- ¿Has intentado reducir el tiempo de uso, pero no lo consigues?
- ¿Estás de mal humor cuando no puedes utilizarlas?
- ¿Tienes problemas o has perdido relación con tus allegados?
- ¿Te irritas cuando no puedes utilizarlas?
- ¿Tu tiempo de conexión aumenta paulatinamente?
Si la respuesta a estas preguntas es un sí, tienes una adicción a las tecnologías o, al menos, debes replantearte el uso que haces de ellas.
Las consecuencias de una intoxicación tecnológica.
La adicción a las tecnologías es como cualquier otra adicción y, por lo tanto, tiene consecuencias nefastas para la persona que la sufre:
- Las relaciones sociales se deterioran e incluso se rompen debido al aislamiento de la persona que sufre la adicción.
- Desaparece el mundo real que es sustituido por el digital.
- Se produce un abandono de las responsabilidades.
- Se pierde la noción del tiempo.
- Desarrollo de la nomofobia, o fobia a estar sin teléfono.
- Se pierden horas y calidad de sueño, llegando casi al insomnio.
Una adicción de este tipo puede ser provocada, en parte, en el entorno laboral, debido al continuo uso de ordenadores y de la información que nos proporcionan las tecnologías. Por ello, en MAS Prevención, hemos elaborado un plan de promoción de la salud para trabajadores que ayudará a que estos pueden vivir libres de adicciones como esta.