Para promover la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de ciertas medidas, las autoridades competentes han desarrollado la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos laborales, que establece una serie de principios generales al respecto. Entre ellos, destaca la obligación por parte del empleador de proporcionar a los trabajadores los equipos de protección individual adecuados para el correcto desempeño de sus funciones (artículo 17). Además, existe normativa europea al respecto de obligado cumplimiento.
En MAS Prevención sabemos de la importancia de estos equipos para garantizar la seguridad del trabajador, y queremos concienciar a las empresas de que el uso de los mismos puede ser determinante para evitar lesiones y problemas de salud. Para entender la importancia de la seguridad es primordial hacer formación como el curso de prevención de riesgos laborales de nivel básico que te permite hacer a posteriori otras formaciones más específicas.
Tabla de contenidos
¿Qué son los EPIS?
Los EPIs (Equipos de Protección Individual) son dispositivos, materiales o medios de seguridad que el empleado debe llevar o utilizar mientras ejerce sus funciones con el fin de protegerse para evitar o reducir posibles riesgos que puedan poner en peligro su seguridad.
Los equipos de protección individual son una parte esencial de cualquier estrategia de control y prevención de riesgos. Deberán utilizarse en cualquier actividad en la que exista algún riesgo para la seguridad y la salud del trabajador, que no haya podido evitarse por medios técnicos de protección, o métodos de organización del trabajo.
¿Qué tipos de EPIs existen?
Estos equipos de protección pueden dividirse en varios grupos en función de la parte del cuerpo que protegen o del uso que se les dan. Su importancia es tal que las disposiciones relativas a su utilización están recogidas en el Real Decreto 773/1997. Por normativa, los EPIs deben llevar el marcado de la CEE.
Respecto a la tipología de los EPIs podemos distinguir las siguientes:
- Protección para la cabeza: Por ejemplo, cascos de protección en las obras.
- Protección auditiva: Tapones y otros protectores para los oídos.
- Protección de las vías respiratorias: Mediante mascarillas, máscaras de cara completa o mascarillas para el polvo.
- Protección de las manos: Mediante distintos tipos de guantes.
- Protección de pies y piernas: Utilizando calzado adecuado.
- Protección ocular: En este caso destacamos las gafas de seguridad y pantallas faciales.
- Protección para las caídas: Utilizando sistemas de anclaje y cualquier otro medio para evitar riesgos de trabajos en altura.
Se pueden dividir también en función de la gravedad de los riesgos frente a los que protegen por categorías:
- Categoría I: Protegen frente a riesgos mínimos.
- Categoría II: Destinados a proteger frente a riesgos de grado medio o elevado pero que no tienen consecuencias irreversibles.
- Categoría III: Son los que protegen de riesgos con consecuencias irreversibles, incluso mortales.
Utilización de los Equipos de Protección Individual
La revisión de estos equipos previa a su utilización es imprescindible para asegurarnos de su correcto funcionamiento, y solamente podrán ser utilizados para las tareas para los que están previstos.
Deberá ponerse a disposición de los empleados un manual de instrucciones para cada EPI para evitar todo tipo de dudas respecto a su uso. Por otro lado, deberemos tener en cuenta las indicaciones del fabricante y de todas las directrices de uso que pueda darnos.
Por último, la empresa deberá formar a sus trabajadores en el uso de los mismos. Esto es algo que está dispuesto en la normativa, por lo que es de carácter obligatorio. Este apartado puede dividirse en dos fases:
- Informar a los empleados de los riesgos contra los que protegen los EPIs, así como de las actividades para los que son necesarios, proporcionando instrucciones sobre la forma correcta de uso.
- Garantizar la formación constante con sesiones prácticas en las que se muestre cómo deben usarse.
Obligaciones de los trabajadores respecto a los EPI.
Los trabajadores deberán tener en cuenta una serie de indicaciones y seguirlas para garantizar el mantenimiento y conservación de los equipos. Deberán colocarlos en el lugar habilitado para su almacenaje una vez se haya terminado la tarea para la que han sido utilizados.
Tendrán que seguir las pautas que se les han dado durante la formación e información para su correcto uso.
Finalmente, los trabajadores deberán informar al responsable en caso de detectar un defecto o daño en cualquier equipo que pudiera suponer una reducción en la eficacia del mismo.
La importancia de estos equipos de protección es tan amplia que es básica dentro de cualquier plan de prevención de riesgos laborales, y es por eso que, desde MAS Prevención podemos y queremos ayudarte con cualquier duda que pueda surgir al respecto.