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Todo lo que necesitas saber sobre las radiaciones ópticas artificiales

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Todo lo que necesitas saber sobre las radiaciones ópticas artificiales

Todos tenemos clara la importancia de protegernos del sol y de los efectos que tiene sobre nuestra piel. Sin embargo, existen otras actividades, entre ellas laborales, en las que estamos expuestos a otras radiaciones similares a las ultravioleta emitidas por el Sol para las que apenas ha habido campañas de concienciación.

Algunas de estas radiaciones ópticas son artificiales y pueden ser perjudiciales para el ser humano, sobre todo si se está expuesto demasiado tiempo. Afortunadamente, el grado de sensibilización al respecto ha ido aumentando y contamos con leyes laborales que obligan a asegurar la protección de los trabajadores frente a estos riesgos, como el Real Decreto 486/2010.

¿Qué son las radiaciones ópticas artificiales?

En nuestro día a día, más aún en nuestra jornada laboral, podemos encontrarnos con algunas radiaciones ópticas que no son naturales: Las radiaciones ópticas artificiales. Técnicamente, las radiaciones ópticas son radiaciones electromagnéticas que ocupan el espacio comprendido entre los rayos X y las microondas y se definen como toda radiación electromagnética con una longitud de onda comprendida entre 100 nm y 1 mm. Son radiaciones no ionizantes por no poseer la energía suficiente para ionizar la materia biológica.

El espectro electromagnético de las radiaciones ópticas se divide en tres bandas de radiación:

  • Radiación ultravioleta, con una longitud de onda comprendida entre 100 y 400 nm
  • Radiación o luz visible, con una longitud de onda comprendida entre 400 y 780 nm
  • Radiación infrarroja, cuya longitud de onda se sitúa entra los 780 nm y 1 mm

Cualquiera de estas bandas de radiación óptica se puede generar de manera artificial y podemos encontrarla en multitud de actividades laborales.

  • Máquinas de corte y soldadura
  • Lámparas de UV para fototerapia y tratamientos médicos de diagnóstico
  • Lámparas de bronceado cosmético
  • Lámparas germicidas para el tratamiento de agua
  • Equipos láser para corte de precisión
  • Equipos láser para cirugía y con aplicaciones dermoestéticas

Estos son solo algunos de los muchos ejemplos que podemos encontrar.

Riesgos y efectos de las radiaciones ópticas artificiales

Los riesgos más importantes se generan en la piel y en los ojos. Las lesiones más habituales en la piel son las quemaduras y eccemas, aunque también puede aparecer pigmentación dependiendo de los equipos a los que se esté expuesto. Las quemaduras asociadas a la radiación UV, sobre todo si son tras exposiciones crónicas o habituales, se consideran un factor de riesgo para la aparición de cáncer de piel.

Por otro lado, los efectos ópticos pueden ser incluso peores. Los ojos son una de las partes más sensibles del cuerpo humano y son capaces de detectar radiaciones muy bajas, por lo que es muy fácil que se vean dañados por las radiaciones más altas. Los ojos tienen mecanismos de defensa para protegerse, como son el cierre de la pupila para disminuir la cantidad de luz que entra, o el parpadeo. Sin embargo, estos mecanismos son insuficientes para evitar ciertas lesiones provocadas por las radiaciones ópticas artificiales. Algunas de las más habituales son las siguientes:

  • Conjuntivitis o queratitis
  • Cataratas
  • Retinitis
  • Quemadura de retina
  • Quemadura de córnea

Medidas preventivas contra las radiaciones ópticas

No son pocas las medidas que podemos tomar para prevenir los riesgos asociados a las radiaciones ópticas artificiales.

  • Elegir métodos de trabajo adecuados que reduzcan el riesgo.
  • Dentro de lo posible, escoger equipos que no emitan radiaciones o que emitan la menor cantidad posible.
  • Se debe realizar un mantenimiento periódico de los equipos emisores.
  • Implementar medidas de señalización y protección como cerramientos y blindajes.
  • Usar equipos de protección individual según marca la ley.
  • Limitar el tiempo de exposición a los elementos que generan radiaciones ópticas.
  • Es imprescindible contar con un plan de prevención de riesgos laborales que incluya todo lo relacionado con este tipo de riesgos.
  • Realizar reconocimientos médicos laborales periódicos puede ayudar a detectar y prevenir algunas lesiones.

¿Habías tenido en cuenta hasta ahora las consecuencias de este tipo de radiaciones en el trabajo? Recuerda, todos los riesgos que pueden producirse en el entorno laboral deben tenerse en cuenta y por ello, desde MAS Prevención los incluimos todos en el plan de prevención.

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