El mundo laboral ha evolucionado hasta el punto de que las grandes empresas deben estar produciendo constantemente para no incurrir en pérdidas y para poder satisfacer toda la demanda de producto. Por este y otros motivos aparecieron los turnos de noche. A día de hoy, en Europa, casi uno de cada cuatro empleados trabaja en el turno de noche y solo en España casi 2 millones de personas.
Según el INSST, el trabajo a turnos y el trabajo nocturno es un agravante general de todas las condiciones de trabajo por alteraciones físicas y mentales de la persona. Existen ciertos factores que influyen en la adaptación al trabajo de noche, como la edad, el sexo, las características fisiológicas o las características psicosomáticas.
En definitiva, trabajar de noche conlleva unos riesgos que queremos mostrarte y darte unas pautas y consejos para paliar estos efectos negativos.
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Cómo afectan los turnos de noche a la salud de los trabajadores
Trabajar y, por tanto, llevar una vida nocturna, puede alterar los ritmos circadianos, es decir, los cambios conductuales, mentales o físicos que siguen ciclos de 24 horas. El ser humano está acostumbrado a llevar un ritmo biológico que marca la actividad en función de las horas de luz y de la temperatura diurna y nocturna. Cambiar este ritmo puede traer consigo varias consecuencias:
- Disminuye el rendimiento: Una modificación de las horas del sueño puede suponer una peor calidad del sueño y, por lo tanto, una mayor fatiga en el trabajador a la hora de ejercer sus funciones.
- Efectos sobre la salud a largo plazo: Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo asegura que una persona envejece 5 años de más por cada 15 años de trabajo nocturno.
- Trastornos de la salud mental: Es más fácil padecer estrés, ansiedad o sensación de soledad. Además, empeora el tiempo de respuesta del trabajador y provoca una ralentización en la ejecución de las tareas.
- Produce alteraciones en la dieta por el cambio de horarios, que también afecta al horario de las comidas.
- Dificulta la conciliación familiar, un aspecto clave para el bienestar emocional del empleado y de su rendimiento. Asimismo, se hace más complicado mantener una vida social plena o hacer planes con tus amigos y allegados.
Consejos para trabajar en el turno de noche
Hay ciertas rutinas que podemos implementar en nuestro día a día para combatir y reducir los efectos del trabajo de noche. No son difíciles de llevar a cabo, pero sí es cierto que requieren de constancia.
Establece unas rutinas del sueño
Adopta un horario de sueño habitual, que sea el mismo todos los días y que sea el que te ayude a estar más preparado para ejecutar tus tareas.
Las rutinas del sueño no tienen que ver solo con la hora de dormir, sino con lo que hacemos antes y después de dormir, por ejemplo, es aconsejable preparar tu dormitorio para dormir en horas que hay luz del sol en el exterior, lávate los dientes, dúchate, lee… cualquier cosa que suelas hacer antes de dormir cuando llevas un horario normal, hazlo cuando llevas horario nocturno.
Mantén una dieta saludable y equilibrada
Cuando se llevan unos horarios distintos a los habituales, se tiende a descuidar la alimentación. Se cocina menos, se abusa de precocinados y se tiene menos en cuenta las necesidades nutritivas de nuestro cuerpo. Además, es habitual abusar de estimulantes como la cafeína, que no nos trae ningún beneficio, o al menos no el que buscamos.
Nosotros aconsejamos llevar una dieta saludable, igual que la que llevarías en un horario normal. Solo tendrás que adaptar tus comidas a tu horario.
La actividad física es importante
El horario nocturno puede suponer un hándicap para realizar actividades deportivas, pero seguro que puedes encontrar alguna que se pueda adaptar a tus horarios. El deporte es un gran regulador del sueño y te ayudará a dormir dentro del horario que más te convenga.
Conduce con cuidado hasta el trabajo
Está claro que, hasta que llega la adaptación completa al horario, trabajar de noche supone un peligro extra durante el trayecto de ida o vuelta. Siendo conocedor de esta circunstancia, te aconsejamos, aunque resulte obvio, prestar toda la atención del mundo y evitar caer dormido. Si es posible, comparte vehículo y conducción.
Habla con tu familia para favorecer la conciliación
Es comprensible que no poder compartir muchos momentos del día a día con tu familia pueda suponer un bajón anímico. Hablar con ellos para que entiendan tu situación y que entre todos podáis adaptar vuestras rutinas para hacer más planes juntos, puede ser tu salvavidas.
En definitiva, trabajar de noche conlleva ciertos riesgos extra que pueden alterar el rendimiento y el bienestar emocional de un trabajador. En MAS Prevención estamos al tanto y nos preocupamos por la salud de todos los miembros de la empresa, por eso hemos elaborado nuestro plan de promoción de la salud para trabajadores y empresas.