Estar de pie es una postura natural para el ser humano, sin embargo, trabajar de pie durante periodos de varias horas puede ser una fuente de problemas de salud para los empleados. Mantener el cuerpo constantemente en posición vertical requiere de esfuerzo por parte de los músculos de la espalda, cuello y piernas. Al final de la semana los problemas y las lesiones aparecen y en ocasiones requieren de una visita al fisioterapeuta si se quiere evitar una lesión mayor en el futuro.
Conocer cuáles son los riesgos que supone trabajar de pie te ayudará a elaborar un plan de promoción de la salud o un plan de prevención de riesgos con las medidas adecuadas en cada caso para reducir e incluso evitar lesiones.
Tabla de contenidos
Los principales riesgos de trabajar de pie
Puede que los riesgos de trabajar de pie no sean muchos, pero ahondando en ellos se puede ver que suelen terminar provocando lesiones graves e incluso crónicas.
1. Fatiga y tensión muscular
Estar de pie durante muchas horas genera sobrecargas en los músculos más utilizados en la actividad correspondiente. Esta sobrecarga, a su vez, provoca la reducción del flujo sanguíneo a dichos músculos. Esto termina ocasionando dolor, fatiga de espalda, cuello y piernas.
2. Inflamación de las piernas
La mala circulación produce una inflamación de las venas que acaba en la aparición de varices. Por lo tanto, no es solo un problema de salud cardiovascular, sino que también es un problema estético, y los problemas estéticos a veces alteran el bienestar emocional de las personas.
3. Lesiones en las articulaciones
Trabajar de pie durante muchas horas supone, casi con toda seguridad, acabar el día con dolores de caderas, rodillas o espalda, que con el tiempo pueden acabar siendo trastornos reumáticos crónicos.
4. Desgaste de tendones y ligamentos
Los tendones y ligamentos mantienen unidas nuestras articulaciones, por lo que, si estas sufren, los ligamentos y tendones hacen un mayor esfuerzo que conlleva un mayor desgaste.
Consejos para evitar lesiones por trabajar de pie
No todos los trabajos de pie son iguales, algunos requieren de movilidad, otros son totalmente estáticos, otros permiten pausas para sentarse… Por lo tanto, deberemos evaluar las exigencias del puesto de trabajo y los riesgos que se asumen, y elaborar un plan de prevención adecuado a cada caso.
Entre las medidas imprescindibles y más habituales se encuentran las siguientes:
- Instalar reposapiés en el mostrador: si el trabajo se desarrolla de pie en carga estática (sin moverse), la postura menos agresiva para el cuerpo es la de ir alternando el peso sobre un pie y luego sobre el otro.
- Proporcionar un asiento auxiliar que sea regulable y con reposapiés.
- Si se trabaja en frente a una mesa, esta debe ser regulable en altura para adaptarla a las necesidades del empleado.
- Equipar al trabajador con el calzado más adecuado, que amortigüe la carga del peso de su propio cuerpo.
- El material del suelo también puede ser determinante, cuanto más duro más fatiga generará. Los suelos más recomendables son los de madera o goma, aunque sabemos que no siempre es posible instalar este tipo de suelo.
- Promover los periodos de descanso para poder sentarse y adoptar otras posturas e incluso para poder hacer algunos estiramientos.
En MAS Prevención somos conocedores de los riesgos laborales que entraña cualquier puesto de trabajo. Por eso ponemos a tu disposición todos nuestros servicios, entre los que destacan los reconocimientos médicos laborales que permiten estar al tanto de los problemas de salud de tus trabajadores.